6.1.07

¿ Es posible tomar buenas decisiones con información poco relevante ?: El caso de la evaluación de profesores - Iván Montes Iturrizaga

Para abonar al debate que venimos sosteniendo en Comunidad E-ducativa sobre la evaluación docente en el Perú, adjuntamos este articulo circulado en la lista de RINACE. Saludos,
Rosa Maria Torres
www.fronesis.org

Estimados amigos de RINACE
En breve sera publicado este articulo en la Revista Signo Educativo. Aqui retomoalgunas ideas del articulo que publique en dociembre acerca de la evaluacion deprofesores en el Peru y me anime a deslizar algunas propuestas.
SaludosIvan MontesIván Montes Iturrizaga

¿ Es posible tomar buenas decisiones con información poco relevante ?: El caso de la evaluación de profesores

Iván Montes Iturrizaga (*)

La tan anunciada prueba para profesores se postergó debido a que manos extrañas se encargaron de filtrarla a los dirigentes del SUTEP y al magisterio en general a través de la Web. También, se tuvo conocimiento de que en algunos lugares del Perú se estaba vendiendo el cuadernillo de preguntas al módico precio de 150 nuevos soles. En este panorama algunos políticos han venido instando a que el gobierno imponga su autoridad para que se tome la prueba en el mes de enero de 2007. Por su parte, el sindicato clama por que se aplace todo el proceso cuando semanas atrás pedía solo una postergación. Al final, toda esta tensión se ha centrado en lo policial (¿quién se robo la prueba?) y en poner una nueva fecha a la suministración de los instrumentos. En síntesis, el debate actual se alejó de las reflexiones en torno a la calidad de la prueba y la pertinencia de la misma como medio que permita repensar nuestras políticas con respecto al profesorado peruano.

Ahora bien, si atendemos a este proceso no habría que pensar mucho para afirmar que ha sido apresurado y conducido con una gran cantidad de problemas técnicos y conceptuales. Para comenzar, el propio Ministerio de Educación (MED) no ha reflexionado sobre lo que es para ellos un buen docente y por ende supone erróneamente que un examen del tipo admisión a la universidad ofrecerá información valiosa para asumir medidas consistentes. Se creería además que con un examen para marcar se podrían inferir las competencias que tendrían que ser reforzadas a través de la capacitación o la formación inicial. O más aún, se concibe que una prueba censal (que se aplica al 100 % de los docentes) es una inversión que vale la pena para tener un diagnóstico preciso de lo que pasa con nuestros maestros. Todos estos supuestos serían indicadores de que el MED no habría convocado a verdaderos expertos en el tema para diseñar este proceso.

También es probable que el MED, ante la premura, haya echado mano al trillado modelo de evaluación que practica en sus concursos para plazas docentes y que supone que un buen educador es aquel que: conoce la jerga del “nuevo enfoque”; se sabe de memoria las normas del sector; y responde una serie de preguntas con respecto a lo que “debe de hacer” un docente en determinadas situaciones. Este panorama empeora cuando se insiste en usar solamente ítemes de selección de respuesta cuando se sabe las limitaciones de este formato como para ofrecer insumos significativos que permitan aproximarnos a la calidad de nuestros profesores. Más aún, estas pruebas tan poco significativas (y que se antepone a todo el discurso oficial de la evaluación criterial) es susceptible a la preparación mecanizada ya sea con balotarios, academias y seminarios intensivos. Con esta realidad es muy probable que un profesor poco competente en lo pedagógico obtenga los más altos puntajes en esta prueba gracias a un proceso de preparación. Estas academias para la prueba docente ya existen desde que se anunció el proceso y ninguna de ellas se orienta a la optimización de las habilidades docentes como enseñar, planificar, evaluar y propiciar buenos aprendizajes. Estos centros de preparación (muchos de ellos dirigidos por especialistas del sector) no asumen un rol formativo por la sencilla razón de que el MED no evaluará realmente competencias docentes, sino más bien, conocimientos y opiniones sobre lo que se “debe hacer”.

Tampoco se vaya a pensar que una prueba de selección de respuesta no tendría sentido en un proceso de este tipo. Una prueba de selección de respuesta sería bastante útil para explorar los conocimientos que tienen los profesores sobre los cursos que imparten. Sin embargo, para que esta prueba sea relevante tendría que apelar a los niveles más altos del dominio cognoscitivo como lo son el análisis, la síntesis, la aplicación y la comprensión del saber. De todos modos, la primera tarea consistiría en que el MED defina lo que considera como buen desempeño y especifique qué competencias caracterizan a un buen docente en actividad. Sobre la base de esto se podría muy bien reorientar la formación de inicial de los maestros y proponer recién una evaluación de competencias coherente con esta definición. Por tanto, los problemas del MED serían más de fondo y asociados a lo que se entiende por “evaluación”, “diagnóstico”, “prueba” y “competencias o habilidades docentes”.

Apuntes para una propuesta

En primer término, una aplicación censal no se justificaría debido a que si se desea es hacer un diagnóstico bastará con una muestra representativa a fin de usar racionalmente los recursos (más si se declaró austeridad) y evaluar con realismo las competencias de los educadores peruanos. Para ello, sería importante que se apliquen pruebas de desempeño pues son las que mejor nos pueden ilustrar sobre la competencias y habilidades docentes. Estas pruebas podrían plantear a los docentes situaciones donde tengan que planificar, elaborar una prueba o hacer un feedback ante una realización estudiantil. Asimismo, el proceso podrían contemplar el manejo de la clase, el uso de la voz y la actitud del docente al momento de establecer interacciones con sus alumnos. Cabe señalar que en una prueba de desempeño el evaluado debe de generar evidencia relevante a fin de comprender su despliegue actual o nivel de desarrollo. Por tanto, en evaluaciones de este tipo los docentes no tienen que marcar la respuestas correctas, sino más bien, generar evidencia ya sea escribiendo, hablando o desplegando conductas complejas. También, en las pruebas de desempeño los examinados tienen que ser observados en situaciones cotidianas (aula) para ver cómo se desenvuelven y desarrollan sus clases. A este esquema se podría agregar una buena prueba de selección de respuesta para explorar los conocimientos de la especialidad y otros aspectos complementarios.

Este paquete o bateria de pruebas de desempeño (más las pruebas de selección de respuesta) se podría aplicar durante todo el primer semestre del año 2007 en una muestra de docentes seleccionados al azar y de diferentes lugares del Perú. También, podría ser interesante que se aplique este conjunto de instrumentos a los alumnos que están cursando el 5to año de la carrera de educación en las universidades e institutos pedagógicos. Esto último con la intención de evaluar con pertinencia los productos de la formación inicial y por ende comprender este proceso en profundidad con miras a la toma de decisiones también a este nivel.

Aquí el razonamiento es sencillo. Si queremos mejorar la calidad de los profesores tenemos que contar con información útil y que verdaderamente ilumine tanto los aspectos débiles como nuestras fortalezas. Si la evidencia no es relevante (como la que se piensa recoger con el actual diseño de prueba) de nada o muy poco servirá para mejorar la calidad del profesorado. Hay consenso en resaltar la buena intención del MED de evaluar (diagnosticar) para mejorar. Pero lamentablemente, estas loables intenciones no guardan relación con el planteamiento del proceso y el formato de prueba que ahora se desea imponer.

A continuación se ofrece una propuesta general para el proceso del 2007 donde se resalta el papel de las pruebas de desempeño y una serie de dimensiones asociadas más a las competencias docentes. Veamos:

Propuesta de matriz de pruebas para la evaluación de docentes para el año 2007 **

Tipo de Prueba
Planificación de clases
Evaluación de aprendiza-
jes
Preparación de materiales
Expre-sión oral
Expre-sión escrita
Conocimientos de la especialidad
Conduc-ción de aula
Com-prensión de textos pedagó-gicos
Desempeño: Respuesta extendida ante casos(desarrollo)

Entrevista Pedagógica
Selección de respuesta
Desempeño: Observación

Reflexión final

Todos estamos convencidos de la necesidad de evaluar a los profesores con fines diagnósticos y es preciso que busquemos la sanidad de esta medida por el bien del sistema educativo en general. Para ello, el SUTEP tendrá que comprender que esto es importante para conocer cómo estamos. Por su parte, el MED tendría que hacer un mea culpa y optimizar el proceso desde su concepción hasta el formato de prueba que se desea aplicar.

Aquí el problema más importante no radica en pelearnos por “ir” o “no ir” a la prueba. Lo crucial aquí es que el proceso haga uso de instrumentos pertinentes y solo los aplique anónimamente a una muestra representativa de docentes. Contamos ya con un buen número de expertos peruanos que tienen una amplia experiencia nacional e internacional en diseñar sistemas de evaluación que bien podrían ser convocados para este dar sustento teórico y técnico a lo que se desea hacer. De esta manera, el problema no se resuelve en propugnar que el gobierno haga valer su autoridad con prepotencia y someta a los profesores peruanos a un deficiente proceso evaluativo. La autoridad del gobierno, encarnada en el MED, debe de ganarse sobre la base de propuestas entendidas que motiven el respaldo pleno de todos los agentes educativos. Nada se logrará con la prepotencia ministerial que ante la falta de argumentos técnicos viene recurriendo a la presión, amenaza y a profundizar las tensiones que tienen los profesores con los padres de familia. Por su parte el SUTEP tendrá que reflexionar sobre el penoso papel que viene cumpliendo al promover la violencia y el caos en lugar de generar propuestas inteligentes para desarrollar profesionalmente a sus propios agremiados.

** el cuadro aparece aqui desfigurado

(*) Psicólogo Educacional y Doctor de la PUP de Chile. Es profesor e investigador de la Universidad Católica San Pablo. Comunicaciones a imontesi@ucsp.edu.pe

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6 comentarios:

Rosa María Torres del Castillo dijo...

Jose Rouillon wrote:
To: ComunidadEducativa@gruposyahoo.com.ar,
Ivan Montes Iturrizaga
Date: Sun, 7 Jan 2007 17:47:30
Subject: RE: [Comunidad E-ducativa] Fwd: [RINACE] ¿Es posible tomar buenas decisiones con información poco relevante ?: El caso de la evaluación de profesores - Iván Montes Iturrizaga

Sumamente preocupado por lo que señala al final de su artículo: ¿Es posible tomar buenas decisiones con información poco relevante?: el caso de la evaluación de profesores.

"Por su parte el SUTEP tendrá que reflexionar sobre el penoso papel que viene cumpliendo al promover la violencia y el caos en lugar de generar propuestas inteligentes para desarrollar profesionalmente a sus propios agremiados".

Deseo manifestarle mi desacuerdo por considerar la frase aludida totalmente desatinada, injuriosa, injusta y falsa. Me parece que es una apreciación irresponsable, o inducida o informada por terceros, por algún medio periodístico interesado, parecería por discrepancias o interés en desprestigiar a la organización sindical de los maestros.
¿Ud. se suma desde fuera del país, sin querer queriendo, a esa campaña de desprestigio contra los maestros organizados en su Sindicato?.
¿Ud. deberá probar y sustentar dichos cargos que le hace al SUTEP de promoción de la violencia y el caos!!!?, ó, ¿Ud. deberá modificar del texto de su artículo enviado a diferentes medios, el párrafo irresponsable que escribe contra el SUTEP, y a ser publicado próximamente en la revista Signos por falta de sustento?.

¿Cómo puede afirmar de un penoso papel... promoviendo la violencia y el caos de parte del SUTEP? ¿Qué fundamentos tiene Ud? ... ¿periodísticos? ¿Qué seriedad tiene su apreciación? ¿Conoce Ud. verdaderamente al SUTEP?, ¿Cómo la ha conocido? ó, ¿Ud. participa, en su derecho, sin fundamentación propia, de dicha apreciación? ¿La apreciación le da derecho a afirmarlo?
¿Se ha entrevistado o conversado con alguno de sus dirigentes en algún momento? , o ¿con el Instituto de Investigación y Formación José Antonio Encina que también forma maestros? ¿Ha buscado el diálogo con el Sutep?
¿Por quién o quiénes ha sido informado? ¿Cuáles son sus fuentes?..
¿Ha visitado el Perú para hacer sus análisis? ¿Ha sido guiado en su estadía en el Perú? ¿Cuántas días o semanas ha permanecido en Lima?, o vive en el Perú?

Le escribo a Ud. porque he leído su artículo, y he quedado ingratamente sorprendido por sus afirmaciones finales, que le restan calidad profesional, y solvencia moral a Ud., penosamente.

Disculpe tantas interrogantes que sinceramente le hago, pero que las considero pertinentes.
Reconozco su contribución importante en la propuesta de un enfoque diferente para una evaluación diferente como la que Ud. plantea para la evaluación docente.

Comparto la necesidad de promover y compartir propuestas inteligentes pedagógicas, también como la que Ud. hace en esta oportunidad, existiendo siempre la crítica y autocrítica en todos, en todos los terrenos, del Sutep, mía, y de Ud. también en su artículo, en lo que sea pertinente.

Termino esta carta preguntándome: ¿No ha sido el gobierno el que ha creado el caos, y el clima de tensión en el magisterio peruano? ¿No somos muchos los actores responsables en menor o mayor grado de la crisis de la educación? pero hay responsables principales.

No es posible hacer propuestas sin hacer una evaluación y crítica que sea constructiva y correcta.

Atentamente.
José Rouillon

Rosa María Torres del Castillo dijo...

Estimado Pepe, sobre el autor de este artículo:

1. Entiendo que es peruano, trabaja en Perú, tiene un posgrado en Chile. No lo conozco personalmente, pero a partir de tu comentario busqué su CV en la web.
2. No es miembro de Comunidad E-ducativa, su articulo lo enviò a la red de RINACE (como aclaré en mi mensaje introductorio) y yo lo circulé en CE. Le pongo aqui copia de tu comentario, a fin de que pueda responderlo, si desea, enviándome el mensaje a mí. Yo lo circularé a mi vez en CE.

Resumiendo, entiendo que lo que le preguntas es por qué afirma lo que afirma sobre el SUTEP y en qué fundamenta dicha afirmación.

Saludos cordiales,

Rosa María Torres
Moderadora, Comunidad E-ducativa
Un e-servicio gratuito del Instituto Fronesis
www.fronesis.org

Rosa María Torres del Castillo dijo...

Si Rosa María, también me da la sensación que está en Lima, y es peruano. Su planteamiento sobre la evaluación es muy interesante y tomar muy en cuenta lo que propone. Hasta ahí me parecció muy bien. Pero, sobre los cargos que le atribuye al SUTEP me parecen muy injustos y le solicitaba que debía, al escribir así, fundamentarlos, y no haberlos mezclado con su propuesta.
Si ha querido hacerlo, sus razones tendrá pero debería explicar por qué y que fundamentos tiene.
Personalmente, también le he escrito, pero sería mejor que lo haga a través de CE porque este ha sido el medio en el que se ha difundido.
Eso es todo. En su cancha está el balón.

Cordialmente.
Pepe Rouillon

Rosa María Torres del Castillo dijo...

Gracias Rosa Maria
Aclaro que desde 1993 en adelante he publicado varios articulos con mis apreciaciones con respecto al Sutep y su papel. Estoy en mi derecho de opinion y lo seguire ejerciendo.Como dije,algunos dirigentes desde mi parecer
vienen cumpliendo un penoso papel. Ahora bien concuerdocon algunos
planteamientos de la Profesora Caridad Montes pero en otros tengo una gran discrepancia.
Saludos

Ivan Montes
Perú

Rosa María Torres del Castillo dijo...

Sent: Sunday, January 07, 2007 6:59 PM
Subject: Re: RE: [Comunidad E-ducativa] Fwd: [RINACE] ¿ Es posible tomar buenas decisiones con información poco relevante ?: El caso de la evaluación de profesores - Iván Montes Iturrizaga

Hola a tod@s:

Me parece muy interesante todo el intercambio que ha suscitado la
evaluación de docentes en Perú. Para participar en el debate me hubiera gustado contar con algunos indicios acerca de qué y cómo se los evalúa. Pero, igual, me aventuraré con algunas ideas al respecto.

1)Quizás, para empezar planteando mi posición más gruesa, cabría aclarar que considero que no hay ninguna posibilidad de "mejora" del trabajo docente a partir de los operativos de evaluación centralizadas que realizan los Estados. Una posición más transparente de las administraciones estatales se manifestaría si la retórica favorable a la evaluación se apoyara en conceptos tales como "control sobre los docentes",
"dominio sobre su subjetividad", "castigos para los docentes que no se adaptan a las definiciones centrales de lo que se considera un buen docente" u otras tan sinceras como las que enumeré. Pero "mejora", lo dudo.

2) El trabajo de enseñar es absolutamente complejo. Tan complejo como otros trabajos, pero es el que nos ocupa. Sus dimensiones son diversas. Basta con introducirse en el campo disciplinar conocido como
"conocimiento profesional docente" para ver que lo que se pone en juego al enseñar es de una diversidad difícilmente mensurable en una evaluación de desempeño (Se puede consultar en Internet los diversos trabajos del español Carlos Marcelo. En inglés hay parvas de artículos de autores
como Pinar, Grossmann, Schulman, entre otros).

3) Personalmente me interesa algo que es nuclear en la identidad
personal de los maestros: el oficio (me gusta el desarrollo que hace Francois Dubet al respecto, pero también se puede ver para campos laborales más amplios la definición de "artesanía" de Sennett). Simplificando es un saber hacer que expresa "lo que soy como maestro" En términos
individuales los maestros perciben que este oficio se desarrolla en el propio puesto de trabajo. Desde el punto de vista individual, los
describen como personal e idiosincrásico. Es experiencial y se contradice generalmente con lo aprendido en la formación inicial y otras instancias formativas tales como las capacitaciones. Es decir, tiene poco que ver con las "definiciones del rol docente" que se pueden hacer desde otros
campos profesionales. "Lo que sé sobre la enseñanza lo aprendí en el aula" dicen los maestros.

4) Este oficio que los docentes perciben como absolutamente
personal no implica, por supuesto, la reinvención constante de la rueda. Se constituye en discursos que tienen lógica al interior del campo particular del mundo de la enseñanza. El capital lo tiene muy en claro. Si uno observa los manuales - al menos los de la Argentina - se percibe en ellos un tipo de discurso que no rescata de ninguna manera los enormes
desarrollos disciplinares de las más diversas ciencias ni de la pedagogía o la didáctica. Es otro tipo discursivo que tiene que ver con un tipo de hacer que se vincula con lo que los maestros perciben como necesidades para desarrollar su oficio. Por supuesto que, en general, los
manuales nos indignan a las mayorías de profesionales que portamos otros discursos. Quizás, los maestros también los critiquen. Pero los seguirán
usando porque responden a "sus" necesidades.

5) Ese "oficio" choca contra los discursos que portan los
profesionales que ocupan el aparato estatal. Licenciados en Ciencias de la Educación, sociólogos, psicólogos, psicopedagogos y otros profesionales portan - portamos - otros discursos sobre el "rol docente" (ese "buen docente" que debería definir el Estado Central según Iván Montes Iturrizaga). Estos administradores de Estado afirman saber cómo debería ser un
"buen docente" y desde allí pueden evaluar clasificando buenos y malos, aptos e ineptos, dóciles y rebeldes, burros y sabihondos. Desde sus jerarquías y sus saberes diferenciales aspiran a dominar el campo del trabajo de enseñar. En este sentido, muchos creen que las evaluaciones son un buen camino para ello. Se me ocurre la imagen de un carpintero evaluando a un pescador. Y es más, tratándole de enseñar a pescar...

6) No tengo ni idea sobre lo que es un "buen docente". Se me hace difícil definirlo centralmente cuando la potencia subjetivante de los Estados Nacionales está en franco declive (y soy mesurado en la descripción). ¿Alguien se animaría a definirlo?

Disculpen la extensión. Saludos,

Gustavo Mórtola, Argentina

Rosa María Torres del Castillo dijo...

Hola Gustavo:
Me parece muy pertinente tu contribución al debate y deseo precisar cuatro ideas:
1. Dices con mucha razón que el trabajo de enseñar es complejo;
comparto la idea y contrapongo el verbo enseñar con el verbo "dictar", que simplemente implica pasar información que despuès se devolverá para
comprobar "aprendizaje". Enseñar es mucho más complejo que "dictar" porque va mucho más allá de pasar alguna información, supone programar la adquisición y desarrollo de diversas habilidades y actitudes.

2.En el punto "5" afirmas que la percepción de su "oficio" que tienen los docentes, choca con la de los licenciados en Ciencias de la Educación, sociólogos, psicólogos, psicopedagogos, etc., la cual es también una afirmación que comparto, pero debo puntualizar algo y es lo siguiente: en Argentina y otros países hace mucho tiempo que
hay una diferencia entre el perfil de docente de aula - que se forman en institutos de profesorado - y los licenciados en Ciencias de la Educación, que se forman exclusivamente en las universidades, con una formación orientada principalmente a la investigación sobre el saber pedagógico y su quehacer. En mi país (Perú) estamos en cierta desventaja, pues para el Ministerio de Educación y amplios
sectores de la sociedad no hay una diferencia entre los egresados de
institutos de profesorado (pedagógicos) y los de universidad (facultades de educación o ciencias de la educación), en tanto que sí la hay entre los
contadores que salen de los institutos y los de las universidades, o los
administradores egresados de institutos y los de universidad.

3. Entre 1990 y 2000 los institutos pedagógicos(especialmente los privados) se incrementaron significativamente en mi país, hasta llegar a 354 según cifras del Ministerio de Educación.
¿Quiénes ocasionaron la sobreoferta de docentes? ¿Qué ministros y gobiernos fueron los responsables de esto? Varios institutos y varias universidades forman profesionales de dudosa calidad en diversos campos, pero
de eso no son responsables los docentes.

4. De manera muy esquemática diré que para intentar la evaluación de
un "buen docente" se requiere indicadores de desempeño, referidos en el plano operativo a tres saberes: saber programar los aprendizajes (no sólo contenidos teóricos), saber conducir el proceso educativo (métodos,
técnicas y materiales adecuados) y saber evaluar conocimientos,
habilidades y actitudes.

Saludos,

Kenneth Delgado
Lima, Perú