18.3.08

Maestros jalados, Editorial La República

Que únicamente 151 maestros de un total de 185,000 obtuvieran nota aprobatoria en la reciente prueba hecha a nivel nacional para cubrir 25,000 vacantes en la enseñanza pública es un resultado que no hace sino confirmar el estado crítico en que se encuentra la formación magisterial. Pero a la vez es algo de lo que no cabe alegrarse, pues no es solo una mala noticia para los maestros sino para el conjunto del país, que debe confiarles la educación de sus hijos.
Ahora se ven los pésimos resultados de esos Institutos Pedagógicos que fueron autorizados sin mayor control durante el primer gobierno del PAP y de esas facultades de Educación (más de 55 a nivel nacional) que florecieron como hongos durante el fujimorismo, sin que hubiera ninguna supervisión sobre los planes de estudios que ofrecían a sus estudiantes, Varios cientos de esos institutos y la totalidad de dichas facultades siguen funcionando, sin que se haya hecho nada por discriminar la paja del trigo (pues no todos son deficientes) y se haya dicho que gradúan futuros desempleados.
Más que quedarse en la constatación de esta cifra de escándalo, interesa encontrar sin demora las soluciones que se imponen. Una salida radical –pedida por algunos– podría consistir en cerrar el ingreso a facultades e institutos por algunos años, pero aquí el remedio podría ser peor que la necesidad, pues se daría un bache en la producción de maestros. Más sensatas nos parecen las voces que reclaman una inmediata reforma en la formación de profesores, con reformulación del plan curricular que ofrecen y la producción de nuevos materiales educativos, con contenidos acordes con la reforma, ya definida por el Consejo Nacional de Educación.
Pero incluso este paso audaz no nos libraría de un ‘purgatorio’ de varios años de transición, en los cuales los maestros continuarían formándose en la mediocridad existente. Por lo pronto, el Estado ofrece en tres meses una nueva prueba a aquellos maestros que obtuvieron entre 11 a 14 de nota. Los que la superen podrán incorporarse a los 151 y pasar a las otras dos fases de evaluación. Pero, claro, el problema es que seguiremos careciendo de suficientes maestros preparados, al punto que habrá que contratar a no pocos de los que han sido ‘jalados’ e intensificar una capacitación que por ahora solo ha llegado a unos cuantos miles de ellos.
En lugar de guardar un silencio avergonzado, hemos escuchado a dirigentes del SUTEP insistir en que en algunos lugares del país ejemplares del examen fueron robados y la preguntas conocidas previamente. Este es un argumento que se vuelve contra quienes lo usan pues, si tal cosa ocurrió ¿cómo se explica que solo se registren 151 aprobados y no algunos miles? ¿O será que ni siquiera conociendo el texto del examen los supuestos beneficiados pudieron aprobar el examen?


Circulado por José Rouillon Delgado
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