18.3.08

Al maestro con cariño

por Nelson Manrique
Perú 21, Lunes, 17 de marzo 2008

La evaluación que se acaba de hacer a los maestros ha dado el desastroso resultado de que más del 95% de los más de 180 mil postulantes evaluados ha sido aplazado. Llegar a este resultado no añade gran cosa a la solución de los problemas de la educación en el Perú.
Esta prueba no ha aportado nuevos elementos, más allá de ratificar que la gran mayoría de los maestros egresados de nuestro sistema educativo está lejos de la imagen del maestro ideal.
Se ha evaluado conocimientos, aunque la evaluación decisiva para un maestro debiera ser de desempeño. Hecha esta salvedad, esta prueba de conocimientos se ha mostrado inadecuada para la evaluación del universo de los postulantes reales. En una buena prueba, diseñada para un grupo humano específico, los resultados debieran distribuirse estadísticamente siguiendo el patrón de una curva normal: una pequeña cantidad de postulantes con muy elevada calificación en un extremo, una pequeña cantidad de aplazados con las peores notas en el otro, y la mayoría distribuida en el sector intermedio de la campana; aquellos que tienen una calificación que está en torno al promedio. Una prueba en la que apenas un 5% de los postulantes alcanza la nota aprobatoria no corresponde al universo de las personas reales a las cuales evalúa. Se ha apuntado a un candidato ideal, que no corresponde a nuestro universo real. Estos son nuestros maestros, y con ellos se tiene que trabajar, supliendo sus carencias y potenciando sus posibilidades.
¿Qué se ha conseguido, aparte de golpear aún más la ya maltratada autoestima de los maestros, y ponerlos en la picota frente a la opinión pública, como los culpables de una situación de la que ellos son las primeras víctimas? Todos los estudios a nivel mundial dicen que es imposible mejorar la enseñanza sin la participación protagónica de los maestros. Esta evaluación no es, por cierto, una manera positiva de motivarlos.
Si lo que se buscaba era un medio eficaz para escoger a los mejores maestros, seguimos donde estábamos anteriormente. Con la propuesta inicial del ministro Chang, de contratar a los egresados del tercio superior, un 28% de estos maestros -según los resultados de la reciente evaluación- estarían entre los desaprobados. Aparentemente, lo que al final se va a hacer es contratar también a los aplazados, porque 27 mil 145 plazas han quedado sin ser cubiertas y los estudiantes esperan. Volvemos, pues, al punto de partida, pero en el camino se ha maltratado innecesariamente a mucha gente.
¿Qué hacer? A corto plazo, León Trahtemberg ha propuesto un "'shock' de capacitación", de carácter intensivo. Pero nada cambiará a largo plazo si no se dignifica la función docente, y eso empieza por salarios dignos. Ese es el camino.

Circulado por José Rouillon Delgado
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